Me bajó la presión:
Su nombre no está elegido al azar, sino que se equipara el nivel de presión que siente el planchero ese día con la artimaña de "Baja presión, desmayo" simulada por el mismo.
El planchero busca un lugar en la empresa poco concurrido y relativamente obscuro donde realizar la maniobra. Debe estar además cubierto por al menos tres paredes.
Una vez ubicado, el escapista laboral se recuesta comodamente boca abajo y se entrega al sueño. Cuando inevitablemente al final del día laboral el empleado de limpieza o su jefe desesperado lo descubren. El planchero solamente deberá explicar que se desmayó dibido a un problema de baja presión. Con lo cual ademas de la tarde de siesta el planchero se gana una paquete de saladix y una coca.
El dolape:
Para esta posición es de mucha ventaja contar con una frente prominente y mucho mejor si el planchero es calvo.
No vale la pena explicar la metodología y uso de esta obra de arte porque puede observarse mejor en la foto.
Espero que les haya gustado. Metan comentarios, no sean vagos jajaja
muy fuerte. Adhiero plenamente a la primer posicion expresado. Le cambio un poquito el enfoque pero el planchero se levanta de la silla, excusa en voz alta un fuerte dolor de cabeza y cuando hace 2 pasos se desploma en el piso cual campeon ruso de gimnasia artistica. automaticamente a la casa. y a planchar la vida loca...
ResponderEliminarjajaja
saludos amigos queridos...
muy buena esa. Si la oficina tiene pisos alfombrados lo mejor es ir a tirarse detrás de las máquinas de café.
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